Bendita Crisis

Agradezco el caos en mi vida, que le puso orden a mi alma.

Fue en aquellos momentos de crisis, cuando descubrí que no soy irrompible, que puedo quebrarme en mil pedazos parada en medio de la calle, sin que nadie se de cuenta y seguir caminando con un par de audífonos bien puestos y la espalda muy erguida, sin pausa y sin prisa.. pero con la dignidad y un par de jeans muy bien puestos fingiendo control absoluto de la situación aunque no tenga ni puta idea de hacia donde me dirijo. Fueron esos precisos y benditos momentos de crisis cuando aprendí a nadar en el lodo, sola, completamente sola y aún así seguir confiando en mí... 

Fueron aquellos momentos de crisis los que me obligaron a parirme desde el dolor más profundo... reinventarme y darme cuenta que eran todas solo grandes oportunidades que me daba la vida para ser mejor... o solo para aceptar y continuar.

Todo esto me hizo presente, momentos que te empujan a ver que nadie llega en vano a tu vida así algunas estancias sean más largas que otras... Gracias crisis !!! Por ti entendí que puedo morir y seguir respirando, que la tristeza lejos de ser mi enemiga es mi gran maestra, la que me estaca y abre los ojos en el momento presente para hacerme entender que no se puede ser la misma por mucho tiempo, que la vida es fluidez, dejar ir, soltar... pasar la pagina, continuar y discontinuar algunas otras cosas en las que te desgastas insistiendo...desapegarse de todo lo que no suma y de lo que alguna vez sumó y dejó de ser... la coherencia entre sentir, pensar y actuar como clave de nuestra felicidad absoluta. 

Fue en los momentos de crisis .. en esos que te ahogaron alguna vez en la más abrupta soledad, de los que solo buscas escapar ... para entender luego que a donde quiera que vaya iba a cargar con las circunstancias que me ocasionaban temor. 

En esos momentos de intensa soledad sentí que me encontraba en el desierto, que no había nada que hacer más que permanecer sin desesperar, porque más allá de toda desolación estaba yo misma para rescatarme. Y allí, en la misma crisis, al fin comprendí, que no dejarme sola era mi cura, que ver las sombras de cerca me hacían más auténtica, más valiente, más fuerte ... que podía quedarme sin palabras y que todo eso estaba bien.  Que solo necesitaba un poco más de mi, conmigo. 

Fue en aquellos momentos de crisis cuando me hice más sabia, porque experimenté en carne propia la mas grande ilusión que es el aparentar, para luego decidirme a ser. 

 Aprendí a pensar menos... a filtrar los cientos de miles de pensamientos autosaboteadores que parten del ego y convertirlos en áreas de mejora y lecciones para dejar de ser una fábrica de basura mental.

Fue durante la crisis que comprendí que atreverme a ser vulnerable, fue mi mayor bendición, me hice fuerte, volé ... Y me crecieron flores en las heridas, para perfumarme el alma y nunca más alejarme de mí...qué bonito es poder ver!! Que rico es sentir, pero sobre todo cambiar el chip ...

ya que el truco está ahí, en la punta de tu nariz. Simplemente, es encontrar a la mujer de tu vida y elegir que hoy comience el resto de tus días sin darle espacio a que ninguna crítica externa te invalide.

Hoy bendigo cada instante que me sacudió la vida, por que me ha permitido ser quien soy y eso está perfectamente bien.